Desde que tengo uso de razón, mi sueño siempre ha sido ser médico en el área de la estética. En paralelo a mi interés por las ciencias, también tuve especial curiosidad y talento por las artes plásticas: en mis ratos libres me gustaba dibujar y pintar y, haciendo un ejercicio de retrospectiva, la mayoría de mis bocetos se centraban en rostros y expresiones.

Si tuviera, entonces, que marcar el comienzo de esta trayectoria, diría que, sin saberlo, esa etapa de mi vida fue el punto de partida, que luego pasó por iniciar la carrera de Medicina en la Universidad Central de Venezuela: 6 años de estudio de pregrado y un año de trabajo como médico social. En este camino hubo un paréntesis: mudarme a España. A pesar de que significó un cambio radical a nivel personal, no dejé de formarme a nivel académico. Mientras trabajaba como médico general, empecé a estudiar en paralelo el Máster en Medicina Estética de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Fue así como después de años de formación y trabajo, puedo decir que conseguí llegar a mi objetivo profesional: dedicarme a mi sueño de ser médico estético.

Mi consulta es un espacio donde puedo expresarme y acompañar a mis pacientes en su deseo de potenciar su esencia, siempre asesorándolos sobre la belleza, la armonía facial, la naturalidad, el well aging y la estética de diseño.